Conexión invisible, ahorro de energía transparente: El municipio londinense de Haringey ya es inteligente
Es extraño no ver en un viaje alguna solución de Schréder. Las elegantes curvas de nuestras luminarias se admiran en todas partes, desde Cannes a Sídney. Hemos iluminado puentes, túneles y monumentos de todo el mundo. Desde el cambio de siglo, Internet ha revolucionado la industria mundial, incluyendo el sector de la iluminación. En particular, el Internet de las cosas (IoT) ofrece formas inéditas de conectar luminarias, sensores y sistemas.
Schréder 360 es una serie en la que escuchamos la opinión de los responsables y gestores de los proyectos, así como de los usuarios finales y de nuestros propios ingenieros, sobre la génesis de nuestras soluciones innovadoras, que van de las zonas costeras a las ciudades. En esta edición, conoceremos una solución que no se puede ver, pero en la que la diferencia se hace evidente. El municipio de Haringey en Londres seleccionó Schréder EXEDRA para unir 15.000 puntos de luz en un solo sistema conectado que permite optimizar los niveles de luz, reducir las emisiones de carbono y mantener fácilmente los activos de iluminación.
Construyendo sobre una tradición innovadora
El Ayuntamiento de Haringey, uno de los 32 municipios administrativos de Londres, presta una serie de servicios a sus 270.000 residentes, entre los que se encuentra la iluminación viaria, que desempeña un papel importante para la sensación de seguridad de las personas. Allí se encuentra Alexandra Palace, lugar desde el que la BBC realizó su primera emisión en la década de 1930; iluminado con orgullo, el monumento es un referente para las noches del municipio.
Como gran parte del Reino Unido, Haringey realizó la transición a la iluminación LED durante la pasada década, ahorrando energía y dinero a los residentes al cambiar los antiguos sistemas de sodio y HID. Desde entonces se han desarrollado las soluciones de IoT: estas aumentan el ahorro de energía, ofrecen más confort visual a residentes y visitantes, e incluso pueden formar la estructura central de un sistema de ciudad inteligente. En 2020, Haringey decidió instalar una solución de iluminación inteligente para que las luminarias se controlaran con un sistema de gestión central (CMS)... y el contrato lo ganó Schréder.
Un CMS conecta la infraestructura de iluminación viaria por medio de nodos acoplados a la luminaria, lo cual permite a los propietarios controlar todo un catálogo de activos. El uso de energía y las emisiones de CO2 se reducirán con un servicio de iluminación eficiente, sostenible y económico conforme a las normas británicas obligatorias, cuyo mantenimiento y control realiza el CMS. El sistema detectará también equipos defectuosos y ajustará la iluminación en zonas de interés para apoyar a la comunidad local.
Doble objetivo, soluciones inteligentes
«El proyecto tiene dos elementos», explica Clare Thomas, directora de Aplicaciones y Soluciones de Urbis Schréder. «Está la conservación de la energía y, por otro lado, el elemento conectado». Asegurándonos de que cada luminaria tenga un nodo, y conectando estos a Schréder EXEDRA, Haringey puede tomar verdaderamente control de sus activos.
Como disponemos de conocimientos en iluminación, en lugar de ser simplemente una empresa de controles, hemos sido capaces no solo de aconsejar en la optimización para el uso de energía, sino también de pensar en la forma de gestionar la iluminación para aportar un beneficio añadido a los residentes.
Conseguir estos dos cambios implica mejorar la eficiencia mediante el uso de un repertorio simple de materiales de calidad y manteniendo un elevado nivel de calidad —lo cual, a su vez, reduce el desorden en las calles—. Todo ello se traduce en un entorno más seguro e inclusivo en las calles.
Centros mundiales como Londres han intentado al máximo ahorrar energía y reducir las emisiones de carbono: las ciudades son responsables de más del 70% de las emisiones mundiales de CO2 y los mandatarios urbanos están recurriendo a soluciones innovadoras para hacer su aportación en la lucha contra el cambio climático. El alcalde de Londres, Sadiq Khan, se ha fijado el objetivo de que Londres alcance cero emisiones netas de carbono para 2030, y las decisiones que se tomen en iluminación pueden ser vitales para lograrlo.
Activos diversos, múltiples grupos de interés
Los activos de iluminación de Haringey eran, cuando menos, diversos, con unos 20.000 puntos de iluminación viaria. «Algunas luminarias son de Schréder y otras no» explica Thomas. «La mayor prioridad es conectar todo, para así poder optimizar el control y la gestión de los activos de los que ya disponen».
Con la interoperabilidad como elemento central de la estrategia de Schréder, el objetivo era unirlo todo. TRT fabricó alrededor de la mitad de las luminarias de Haringey, Marlborough se encarga del mantenimiento y el Ayuntamiento es el responsable en última instancia. «Teníamos que sentar a una mesa a todo el mundo lo antes posible para resolver algunos problemas», recuerda Carol O’Gowans, directora de Ollume, una consultoría de iluminación que trabajó para el Ayuntamiento de Haringey en el proyecto.
Haringey es una zona diversa donde se encuentran algunos de los barrios residenciales con más encanto de Londres, como Crouch End y Muswell Hill. También contiene otros en los que interesa mejorar el ambiente nocturno. «Acudimos al lugar para investigar los niveles de iluminación existentes en distintas zonas», recuerda Thomas de Schréder, lo cual implicó observar la forma en que la iluminación afecta la percepción de la seguridad por parte de las personas y la repercusión social de una iluminación eficaz. «Se trata de descubrir las necesidades del cliente».
Todo giraba en torno a conocer los deseos de los residentes, para lo cual el Ayuntamiento pidió su opinión sobre las zonas del municipio en las que podían mejorarse los niveles de iluminación de las calles. Cambiar a un CMS significa que la iluminación de las zonas de interés se puede ajustar al instante en apoyo de la comunidad local.
«Los residentes nos han dicho que la iluminación viaria puede mejorar la seguridad y solucionar problemas de comportamiento antisocial, vertido de basuras y delincuencia. También puede animar a la gente a usar el transporte público o a caminar más», afirmó la concejala Seema Chandwani, miembro del Gabinete de Lucha contra la Desigualdad y Servicios a los Residentes, en una de sus declaraciones. «Me encanta que estemos invirtiendo en mejorar los niveles de iluminación de las calles de todo el municipio».
Cambiar la luz sin cambiar la iluminación
Con la iluminación, más no siempre significa mejor. Iluminar demasiado no solo desperdicia energía y carbono, sino que crea contaminación visual. Además, afecta a la flora y la fauna locales e impide que veamos las estrellas. «Al circular por una carretera a las 23.30 horas, nos encontramos con un alumbrado muy luminoso para la zona, pero acorde con las normas británicas vigentes en el momento del diseño», recuerda O’Gowans de una visita al lugar.
«Se adaptan los niveles de iluminación a lo que sucede en ese momento y lugar, optimizando el uso de energía; una forma de trabajar realmente inteligente», explica Thomas de Schréder. Como parte de la puesta en funcionamiento del CMS, el equipo empezó a investigar los niveles de luz adecuados. La uniformidad es el factor más importante para las zonas residenciales, para evitar el deslumbramiento y los puntos oscuros entre luminarias.
A veces, también hay que elevar los niveles de luz. Haringey es la sede del Tottenham Hotspur Football Club, uno de los grandes de la Premier League. Si hay partido y muchos residentes y visitantes vuelven a la estación de tren, puede aumentarse la iluminación para facilitar la vuelta a casa después del partido.
La clave es que la iluminación sea interactiva y adaptable, y la uniformidad es más importante que el simple hecho de emitir luz brillante.
Realizamos un experimento de seis semanas con varios niveles de iluminación, emitiendo una uniformidad calculada y ahorrando energía. Los resultados mostraron que los residentes se seguían dedicando cada uno a lo suyo.
Un triunfo para la uniformidad y la iluminación conectada.
Algunas sorpresas
Parte de la estrategia integral de Schréder es trabajar con los clientes para desarrollar soluciones como respuesta a los retos técnicos, lo que significa que se integran todos y cada uno de los puntos de luz. Como Haringey había adoptado una estrategia de preparación para el futuro, ya habían invertido en unas 8.000 luminarias listas para la conexión. Optaron por conectores NEMA, y fuimos capaces de instalar los nodos a un ritmo de 1.000 por semana, mucho menos de lo que hubiera llevado actualizar dispositivos de luz antiguos.
Otras 7.000 luminarias no tenían conector para el nodo, sino un orificio para un conducto de 20 mm en el que cabe una célula fotoeléctrica en miniatura, así que Schréder desarrolló lo que se denomina un «nodo de conducto» para integrar estos activos. Esto implicó la intervención manual para cablear físicamente el nodo en cada luminaria. Como creemos en la interoperabilidad y en la capacidad de elección, se dividieron las luminarias de Schréder y las que no eran de Schréder al 50%... pero las conectamos todas.
Y eso no es todo. En un municipio tan variopinto como Haringey, que tiene atractivos parques, concurridas calles comerciales y excelentes conexiones de transporte, hay muchos activos de iluminación. Nuestro equipo conectó antiguos nodos OWLET, faroles decorativos con conexión Zhaga y nodos de otros fabricantes en algunos dispositivos de pasos de peatones subterráneos y señales viarias. En el proceso de integrar las distintas luminarias y el sistema existente de gestión de recursos de Haringey, añade Clare Thomas, «hemos descubierto que, en algunos casos, lo que creían tener no era exactamente lo que obtuvieron... ¡y nos hizo la vida bastante interesante!».
Esto refleja la ventaja de instalar luminarias listas para la conexión. Comprar soluciones de iluminación que vienen con un conector o un nodo preinstalado es una gran opción para las autoridades locales que desean mejorar su iluminación, pero no instalar ya mismo un CMS. Las luminarias listas para la conexión fueron la parte más fácil —y más rentable— del proyecto.
Soluciones inteligentes FutureProof
La instalación del CMS abre opciones para el futuro. Sensores de contaminación, medición del volumen de tráfico, alerta para echar gravilla en la calzada si la temperatura cae por debajo de cierto nivel... las posibilidades son infinitas. El equipo de Schréder está ya investigando la forma de integrar el alumbrado con la iluminación de seguridad vial, las balizas Belisha, los pasos de cebra, y las bornas y señales luminosas. «A más largo plazo, ¿sabemos lo que está por venir? No, pero forma parte del trabajo colaborativo ser capaces de desarrollar esos casos prácticos que aportan valor tangible», dice Thomas con entusiasmo.
También supone un ahorro en mantenimiento: en lugar de las llamadas «patrullas nocturnas», que deambulan para detectar fallos —con lo que la reparación se puede demorar varias semanas— el activo mismo informa de los fallos en tiempo real. Y cuando se añade nueva iluminación, esta pasa inmediatamente a formar parte del sistema.
«No es solo la iluminación, es la estrategia colaborativa», afirma Thomas. «Es una experiencia de la que nosotros también hemos aprendido mucho». Invertir en el CMS significa conectar datos, servicios y mantenimiento a la vez.
Aquí es donde nuestro profundo conocimiento de la iluminación cobra verdadera importancia. Pensamos en ello no como en un videojuego, no como simples manchas de color en una pantalla, sino que somos conscientes de que esto afecta a las personas que viven y trabajan aquí.
Y los ingenieros del futuro, también
Los ingenieros de Schréder ocupan un lugar central en todo lo que hacemos, y estamos encantados de que el personal que intervino en el proyecto participara en el Minecraft Streetbuilders Project, en colaboración con Haringey y Blockbuilders. El taller forma parte del programa Ingenious de la Real Academia de Ingeniería, y su objetivo es concienciar de la diversidad, naturaleza y repercusión de la ingeniería entre personas de todas las edades y procedencias.
«Hablamos con un grupo de adolescentes sobre una calle y cómo la desarrollarían», explica O’Gowans, «para que pensaran en este tipo de diseño por primera vez... hay muchas funciones: el equipo de diseño urbano, el equipo de paisajismo, el equipo de iluminación, los ingenieros civiles, los ingenieros de estructuras». Programas como Streetbuilders abundan en nuestros valores de «Together for Our People»; la ingeniería es una gran opción profesional y disponer de una mayor reserva de talento proporciona a nuestro sector personas más aptas entre las que escoger.
Vivir, trabajar, pedalear
Los residentes se han dado cuenta de los sutiles cambios y los aprecian. Sheila Hanlon, que ha vivido en Crouch End durante 12 años, se mudó hace poco desde una de las calles más comerciales de la zona a una residencial. «Soy canadiense, así que, claro, salí en mitad de una tormenta de nieve», explica. «Me di cuenta de que el farol iluminaba cada copo de nieve perfectamente, con el cielo oscuro de fondo». La iluminación optimizada en las calles residenciales se traduce en que los peatones se sientan seguros y cómodos.
La ventana de nuestro dormitorio da a la parte delantera de la casa, pero podemos dormir cómodamente por la noche sin bajar las persianas. Es una calidad de luz más agradable, no demasiado brillante.
Hanlon, una ciclista entusiasta que estudia la historia de las mujeres y el ciclismo, ve las mejoras como un paso más hacia un Londres más respetuoso con las bicicletas. «Las calles de Londres solían estar demasiado oscuras como para sentirse segura al dar una vuelta por la noche, que es una de las cosas que más me gusta hacer en bicicleta», dice. Ahora, va y vuelve del trabajo en bicicleta, atravesando Hampstead Heath y llegando hasta Alexandra Palace Park habitualmente. Una iluminación eficaz de los carriles para bicicletas a través de los parques puede suponer una diferencia enorme, añade. «Finsbury Park está sensiblemente más iluminado, así que me siento más segura al cruzarlo en bicicleta», indica.
Cambios invisibles, resultados reales
Los resultados iniciales muestran que el ahorro de energía llega al 60% en algunas calles, con lo que Haringey está haciendo su aportación a un Londres de emisiones netas cero. Los residentes están contentos y las calles, bien iluminadas.
Estaría bien apreciar visualmente los cambios que el CMS ha hecho en Haringey, con una foto de antes y después, por ejemplo; pero eso no es tan evidente con un CMS. Con la instalación del CMS, todas las vías van en consonancia con los niveles de iluminación de las normas británicas actuales, el inventario está al día y la capacidad de controlar, monitorizar y ahorrar se ha optimizado.